Dejar botellas plásticas de agua expuestas al sol puede liberar químicos nocivos como el bisfenol A (BPA) y antimonio en el agua, debido a la descomposición del plástico a altas temperaturas. Estos químicos son disruptores endocrinos que pueden afectar el sistema hormonal humano, causando problemas de salud como trastornos reproductivos, enfermedades metabólicas y cánceres hormonodependientes.
Además de los riesgos para la salud, esta práctica contribuye a la contaminación ambiental. Los plásticos descompuestos liberan microplásticos que contaminan suelos y cuerpos de agua, afectando la vida silvestre y la cadena alimentaria humana. Es fundamental tomar medidas para minimizar estos riesgos, como el uso de botellas reutilizables de materiales no tóxicos y el almacenamiento adecuado del agua en lugares frescos y oscuros. Adoptar prácticas más seguras y sostenibles no solo protege nuestra salud, sino que también contribuye a la conservación del planeta.
