En un giro significativo en la política estadounidense, las últimas encuestas muestran que los demócratas lideran en la mayoría de los estados clave que decidirán quién será el próximo presidente de Estados Unidos. Este cambio de tendencia ocurre por primera vez desde que el presidente Joe Biden decidió no postularse para la reelección, dejando el camino libre a la vicepresidenta Kamala Harris como la candidata presidencial del Partido Demócrata.
Un análisis reciente de Bloomberg posiciona a Harris al frente de las encuestas, destacando que es mejor vista en temas económicos en comparación con su oponente republicano, el expresidente Donald Trump. Según estos datos, Harris no solo supera a Trump en popularidad, sino que también cuenta con un mayor respaldo en asuntos económicos, un área que históricamente ha sido un punto fuerte para los republicanos.
En un análisis paralelo, The Economist señala que Harris lidera con un 47.9% de las intenciones de voto, en contraste con el 44.9% de Trump. Estos números reflejan una tendencia creciente de apoyo hacia la candidata demócrata en estados que son considerados decisivos para la victoria en las elecciones presidenciales de 2024.
Uno de esos estados clave es Carolina del Norte, tradicionalmente un bastión republicano. Sin embargo, las recientes encuestas sugieren que este estado ya no es seguro para Trump. Si Harris logra capturar el apoyo de Carolina del Norte, podría convertirse en la primera demócrata en ganar el estado desde que Barack Obama lo hizo en 2008.
A pesar de estos avances, la narrativa mediática en Carolina del Norte aún no refleja plenamente el cambio. Esto a pesar de que el estado ha experimentado un crecimiento económico más significativo en los últimos tres años y medio bajo la administración Biden en comparación con el mandato de Trump. Según Bloomberg, el producto interno bruto, el empleo y los ingresos personales han crecido de manera más acelerada bajo el liderazgo de Biden. Además, el sector bancario y de seguros de Carolina del Norte ha mostrado un crecimiento superior al promedio nacional, en contraste con el estancamiento observado durante la presidencia de Trump.
Estos cambios en las encuestas y el desempeño económico podrían redefinir la contienda presidencial y cambiar la dinámica electoral en los próximos meses. Queda por ver si Kamala Harris y el Partido Demócrata pueden mantener este impulso y asegurar una victoria en noviembre de 2024.
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