Hezbolá ha anunciado el inicio de una "batalla abierta de ajuste de cuentas" contra Israel, según informó Naim Qassem, el secretario adjunto de la organización chiita libanesa. En su comunicado, Qassem afirmó que el movimiento ha entrado en una nueva etapa de confrontación con el estado hebreo, la cual traerá como consecuencia que Israel "morirá aterrorizado" como resultado de los planes que Hezbolá está preparando. Esta declaración llega en medio de una creciente tensión en la región, destacando la continua hostilidad y el complejo escenario geopolítico entre los grupos militantes y el gobierno israelí.
El anuncio, realizado durante una intervención pública, resalta la postura agresiva de Hezbolá en su enfrentamiento con Israel, utilizando un lenguaje que eleva aún más el nivel de la retórica belicista. Este tipo de afirmaciones contribuyen a agravar el ya frágil equilibrio en el Líbano y sus alrededores, donde las facciones armadas y los gobiernos vecinos observan de cerca cualquier señal de escalada. Israel, por su parte, ha mantenido su política de defensa estricta frente a amenazas de grupos considerados terroristas, mientras la comunidad internacional sigue con atención la evolución de este conflicto de larga duración.
Este nuevo episodio de tensiones pone de relieve las dificultades para alcanzar una solución pacífica en la región, y plantea preguntas sobre las posibles respuestas tanto de Israel como de otros actores involucrados en el escenario geopolítico de Medio Oriente.