Estados Unidos ha advertido sobre el despliegue de unos 10,000 soldados norcoreanos en la región de Kursk, Rusia, cerca de la frontera con Ucrania. Estas tropas, enviadas inicialmente para entrenar en territorio ruso, ya se encuentran en campamentos a unas 25-40 millas de Ucrania. A pesar de que su número es limitado en comparación con las fuerzas rusas y ucranianas, podrían representar un respaldo estratégico para Rusia en sus esfuerzos de contraataque.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, estima que los soldados norcoreanos podrían unirse al combate en cualquier momento. Aunque Rusia planea incorporar intérpretes para superar la barrera del idioma, la efectividad de estas tropas es incierta debido a diferencias en tácticas y métodos de entrenamiento. Analistas sugieren que estas complicaciones podrían reducir la capacidad de los soldados norcoreanos para coordinarse efectivamente con las tropas rusas en el campo de batalla.
La participación de tropas norcoreanas plantea nuevas incógnitas sobre el desarrollo del conflicto en Ucrania y el grado de apoyo que Rusia puede recibir de aliados internacionales. A medida que el conflicto se intensifica, la comunidad internacional observa con preocupación cómo el involucramiento de terceros países podría influir en el equilibrio militar de la región y en la seguridad
