
Las temperaturas terrestres en Europa han aumentado 2,3 °C por encima de los niveles preindustriales, casi el doble de la media global, lo que intensifica las olas de calor, advierte el servicio climático Copernicus de la Unión Europea. A esto se suma el pronóstico de la publicación especializada Carbon Brief, que anticipa que 2025 podría convertirse en el segundo o tercer año más cálido de la historia reciente.
El impacto ya se refleja en los incendios forestales que han arrasado grandes extensiones en España, Portugal y Grecia desde junio, superando ampliamente los promedios históricos. Los científicos reiteran que Europa es el continente que más rápido se calienta en el planeta, con consecuencias visibles en fenómenos extremos cada vez más frecuentes.
En Francia, 12 departamentos fueron colocados en alerta roja y otros 41 en alerta naranja este lunes. El sur del país registró temperaturas de hasta 43 °C, rompiendo récords en ciudades como Burdeos, Bergerac, Cognac y Saint Girons. Calles desiertas, terrazas vacías y ventanas cubiertas con papel de aluminio reflejan cómo la población intenta protegerse del calor extremo.
Bulgaria también enfrenta temperaturas de hasta 40 °C y casi 200 incendios, de los cuales tres permanecen activos en las fronteras con Grecia y Turquía. El país registró un nuevo récord nacional con 39,9 °C en el sureste, superando la marca de 1948, mientras que Budapest alcanzó los 38,7 °C, el valor más alto de su historia. Las autoridades decretaron la prohibición de encender fuegos en todo el territorio ante el riesgo inminente de más catástrofes.
