El comentarista y activista conservador estadounidense Charlie Kirk, de 31 años, murió este miércoles tras recibir un disparo mientras participaba en un evento en la Universidad del Valle de Utah. Kirk, conocido por ser fundador y líder del grupo estudiantil Turning Point USA y firme aliado del expresidente Donald Trump, fue alcanzado en el cuello por una bala disparada desde un edificio cercano al campus. El ataque ocurrió poco después de que iniciara su participación frente a decenas de estudiantes, lo que generó escenas de pánico entre los asistentes.
La policía del campus informó inicialmente que había un detenido, aunque más tarde precisó que fue liberado y hasta el momento no se ha identificado a un responsable. Según testigos, el disparo estuvo dirigido directamente contra Kirk, lo que refuerza la hipótesis de un ataque premeditado. El excongresista Jason Chaffetz, quien se encontraba en el evento, relató que “todo el mundo se tiró al suelo” tras la detonación, mientras videos difundidos en redes sociales muestran la confusión y la huida de los jóvenes.
El asesinato de Kirk ha generado reacciones inmediatas en el ámbito político. Donald Trump, visiblemente afectado, lo describió como “un gran y legendario líder que entendía a la juventud estadounidense mejor que nadie” y envió sus condolencias a su esposa Erika y a sus dos hijos. El presidente Joe Biden también condenó la violencia, afirmando que “no hay lugar en el país para este tipo de actos” y llamó a detener la espiral de tiroteos. Con más de 12 millones de seguidores en redes sociales y una presencia constante en debates sobre temas como identidad de género, cambio climático y valores familiares, Kirk deja un vacío en el movimiento conservador juvenil de Estados Unidos.
