
El ex cónsul haitiano Edwin Paraison aseguró que el reciente anuncio del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el envío de un nuevo contingente militar a Haití no ha generado esperanza ni efecto alguno entre la población desplazada por las bandas armadas que dominan gran parte del país.
Paraison informó que más de 1.3 millones de haitianos han sido forzados a abandonar sus hogares, refugiándose en estadios y campamentos improvisados para escapar de la violencia. Explicó que muchos han optado por emigrar, ya sea a través de programas de reunificación familiar en Brasil o Chile, o de manera irregular hacia la República Dominicana, donde las autoridades mantienen un cierre migratorio y consular con Haití.
“Abandonar sus casas y barrios para irse a estadios o salir del país, sea de manera legal o irregular, es para ellos una cuestión de supervivencia”, afirmó el diplomático y presidente de la Fundación Zile.
Paraison lamentó que gran parte de la población haitiana haya perdido la confianza en su país y busque oportunidades en el extranjero, no solo por razones económicas, sino también por el dominio de las bandas criminales, que controlan más del 90 % de la capital. Subrayó que la principal meta del Estado haitiano debe ser el desmantelamiento total de esas estructuras criminales, sin ofrecerles espacio en negociaciones o participación política, pues han sido declaradas terroristas por la República Dominicana y los Estados Unidos.
Durante su participación en el programa D’Agenda, transmitido por Telesistema canal 11 y TV Quisqueya, Paraison señaló que la población mantiene escepticismo ante la llegada de nuevas tropas internacionales, debido a los fracasos acumulados de las misiones anteriores.
“Muchos haitianos mantenemos reservas sobre la presencia de tropas internacionales en Haití, porque cuando se contabilizan los 30 años de intervención de Naciones Unidas y los casi 10 mil millones de dólares invertidos en la Minustah, el resultado es un país sumido en el caos”, expresó.
Finalmente, Paraison calificó esta situación como un fracaso vergonzoso para la comunidad internacional y advirtió que Haití solo podrá salir adelante si logra recuperar su soberanía, seguridad y estabilidad institucional.
