El Gobierno de EE UU ha dado un golpe al sector energético de Venezuela al anunciar el fin de la Licencia General 44, que permitía a Caracas vender gas y petróleo en los mercados internacionales. A partir de la medianoche en Washington, esta licencia expirará, afectando a las compañías que operan en este sector, las cuales tendrán hasta el 31 de mayo para cerrar sus operaciones.
La Licencia General 44 fue aprobada por Washington en octubre como un gesto de flexibilización de las sanciones al sector petrolero venezolano, tras negociaciones entre el gobierno chavista y la oposición en Barbados, con miras a las elecciones presidenciales programadas para el 28 de julio.
Sin embargo, la medida, que tenía una validez de seis meses, estaba sujeta a evaluación y renovación por parte de Estados Unidos, quien ahora, bajo la Administración Biden, ha decidido revocarla. Esta decisión, anunciada tras consultas con socios regionales como Colombia, se basa en la percepción de que el gobierno de Maduro no ha cumplido con uno de los compromisos clave: permitir que la oposición presente a sus candidatos preferidos en las elecciones.
A pesar de algunos avances en el cumplimiento de las promesas electorales, como señala la Administración Biden, la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado y su sustituta designada ha generado preocupación. Ante los bloqueos, la Plataforma Unitaria ha propuesto a Edmundo González Urrutia como candidato interino. Este movimiento refleja un nuevo giro en las relaciones entre EE UU y Venezuela, con repercusiones significativas para la economía y la política interna del país sudamericano.