En un nuevo esfuerzo por evadir las restricciones impuestas por Estados Unidos, un petrolero ruso fue descubierto realizando un cambio secreto de carga en el mar de China. Este incidente es un claro ejemplo de la disposición de Rusia a hacer lo que sea necesario para socavar las sanciones y continuar exportando su petróleo.
El SCF Primorye, propiedad de la compañía estatal rusa Sovcomflot PJSC, fue sancionado en octubre por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y no había transportado petróleo en los últimos seis meses. Sin embargo, en abril, el barco recogió una carga de crudo en el puerto de Novorossiysk y se dirigió a una ubicación cerca de Singapur, donde desapareció del sistema de identificación automática de barcos.
Imágenes satelitales revelaron que el barco había transferido su carga al Ocean Hermana el 3 de junio, en un intento de ocultar la procedencia del petróleo. Ahora se espera que el Ocean Hermana descargue el cargamento, posiblemente en un puerto chino, lo que permitirá confirmar si este procedimiento ha sido replicado por otros buques rusos sancionados.
No es la primera vez que Rusia intenta evadir las sanciones occidentales para exportar su petróleo. A pesar de las dificultades logísticas, en mayo el país reportó un aumento en sus ingresos por petróleo en un 50% en comparación con el año pasado. Además, se ha reportado que otros siete barcos rusos desaparecieron del sistema de seguimiento al entrar en el Mar Negro, lo que sugiere que este tipo de maniobras podrían ser parte de una estrategia más amplia.
Este descubrimiento subraya la complejidad y persistencia de los esfuerzos rusos para mantener su flujo de exportaciones de crudo, desafiando las restricciones internacionales y planteando nuevos retos para la implementación y el monitoreo efectivo de las sanciones.