En un evento de campaña en Pennsylvania, el expresidente Donald Trump fue retirado abruptamente de la escena por el Servicio Secreto tras un presunto ataque. Según informes de CNN, el Servicio Secreto escoltó rápidamente a Trump fuera del lugar para garantizar su seguridad.
El incidente, que ha generado gran preocupación y atención mediática, se desarrolló cuando Trump estaba dirigiéndose a sus seguidores. Las circunstancias exactas del ataque aún no se han esclarecido, pero testigos presenciales afirman que hubo un gran alboroto y pánico entre los asistentes.
Fox News reportó que, a pesar del ataque, Trump salió ileso y mostró su habitual actitud desafiante. El expresidente fue visto levantando el puño en señal de victoria, aunque con una notable herida en la oreja que parecía estar sangrando.
Este evento se suma a una serie de desafíos de seguridad que han marcado las recientes actividades de campaña de Trump. Las autoridades continúan investigando el incidente para identificar a los responsables y determinar las motivaciones detrás del ataque.
En medio de un clima político tenso y divisivo, este ataque subraya los riesgos que enfrentan los candidatos y la necesidad de medidas de seguridad estrictas para proteger a las figuras públicas durante sus apariciones en eventos multitudinarios.
