En Canyon Lake, Texas, una nueva máquina expendedora de municiones instalada en la tienda Lowe’s Market ha generado opiniones encontradas entre los vecinos. Algunos la consideran un quiosco patriótico que facilita la reposición de balas, ahorrando un largo viaje a la tienda de municiones más cercana, mientras que otros la ven como una muestra de los derechos que muchos texanos valoran. Sin embargo, su proximidad a una escuela secundaria ha causado preocupación entre los padres y educadores, especialmente en el contexto de los recientes tiroteos escolares.
El gerente de la tienda asegura que se han implementado medidas de seguridad para evitar que menores de edad puedan comprar municiones, y la empresa American Rounds, responsable de la máquina, defiende su instalación como una forma de hacer más segura y conveniente la compra de balas para los residentes de áreas rurales. Pese a esto, algunos críticos argumentan que la máquina normaliza la presencia de armas en lugares públicos y envía un mensaje peligroso al facilitar el acceso a las municiones.
La controversia en torno a esta máquina expendedora de municiones refleja las tensiones en el debate sobre armas y seguridad en Texas. La comunidad está dividida entre quienes ven la máquina como una conveniencia y un derecho, y aquellos que la consideran una amenaza potencial, especialmente en un entorno escolar.