Las autoridades confirmaron este jueves que no hay sobrevivientes en el accidente aéreo ocurrido el miércoles por la noche en Washington D.C., cuando un avión de American Airlines con 64 personas a bordo y un helicóptero militar con tres tripulantes colisionaron en las inmediaciones del aeropuerto Ronald Reagan.
Más de 300 efectivos de emergencias han trabajado incansablemente durante la noche en las heladas aguas del río Potomac, donde se precipitaron ambas aeronaves tras el impacto. Hasta el momento, según el jefe de emergencias de la ciudad, los equipos de rescate han logrado recuperar 28 cuerpos, mientras continúan las labores de búsqueda en condiciones extremas.
El avión siniestrado había partido de Wichita, Kansas, y entre sus pasajeros se encontraban numerosos participantes de un campamento de patinaje artístico que se había desarrollado el fin de semana durante los campeonatos nacionales.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del accidente, en un esfuerzo conjunto entre la Administración Federal de Aviación (FAA), la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y las Fuerzas Armadas de EE.UU. Se espera que en las próximas horas se brinden más detalles sobre el incidente.
Este trágico suceso ha conmocionado a la nación, y el presidente de EE.UU. ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas, asegurando que se hará todo lo posible para esclarecer lo ocurrido.