El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió contra la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), asegurando que se han desviado miles de millones de dólares en pagos fraudulentos, muchos de ellos dirigidos a medios de comunicación para favorecer a los demócratas.
A través de su cuenta en la red social Truth Social, Trump señaló que USAID está envuelta en corrupción a niveles "raramente vistos antes" y exigió su cierre inmediato. "La forma en que se ha gastado el dinero, con mucho de ello en fraude, es totalmente inexplicable", escribió el presidente. El presidente Trump afirmó que el medio de comunicación Politico habría recibido 8 millones de dólares como parte de estos presuntos pagos y cuestionó si otras organizaciones como The New York Times también se beneficiaron de estos fondos. "Esto podría ser el mayor escándalo de todos, quizás el más grande de la historia", sostuvo, sugiriendo que los demócratas no podrían ocultar lo sucedido. Según fuentes cercanas a la administración, el número de empleados de USAID se reducirá de aproximadamente 14,000 a menos de 300, lo que representa un recorte del 98% en su fuerza laboral. Un correo electrónico interno filtrado a ABC News revela que solo 12 empleados estarían asignados a todo el continente africano y 21 a la región de Medio Oriente, lo que podría afectar gravemente las operaciones humanitarias en esas zonas. En un reciente comentario, el periodista y analista Ricardo Nieves puso en tela de juicio el origen y las intenciones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), sugiriendo que su papel va más allá de la cooperación internacional y el desarrollo. Nieves señaló que la USAID no es simplemente una agencia humanitaria, sino que su creación estuvo ligada a intereses estratégicos de Estados Unidos. "No es una institución de beneficencia ni una ONG desinteresada", afirmó el periodista, subrayando que su financiamiento y operatividad han estado históricamente vinculados a la agenda geopolítica de Washington. El analista recordó que la USAID ha sido objeto de controversia en diversos países, donde su presencia ha sido interpretada como un mecanismo de influencia política y económica. En América Latina, en particular, varios gobiernos han cuestionado sus programas, alegando que podrían estar orientados a intervenir en asuntos internos bajo el pretexto del desarrollo. Las declaraciones de Nieves se suman al debate sobre el rol de organismos internacionales en la región y la necesidad de una mayor transparencia en sus operaciones. Mientras algunos defienden su labor en el fortalecimiento de instituciones y el impulso de proyectos sociales, otros sostienen que su actuación responde a intereses estratégicos de Estados Unidos y no necesariamente a las necesidades de los países receptores. En medio de esta controversia, un tribunal federal ha suspendido temporalmente los planes de ofrecer paquetes de indemnización a dos millones de empleados federales, una medida que forma parte de los recortes presupuestarios en curso. La ofensiva de Trump contra agencias gubernamentales como USAID refleja su enfoque de recorte del gasto público, pero ha desatado reacciones divididas, con defensores que ven en ello un esfuerzo por erradicar la corrupción y opositores que alertan sobre el impacto negativo en programas esenciales para el país y el mundo.