La crisis del sistema eléctrico en Puerto Rico ha abierto el debate sobre soluciones innovadoras, entre ellas, la posibilidad de recibir energía desde la República Dominicana a través de un cable submarino. La propuesta, impulsada en PR por el presidente de la Asociación de Industriales de Puerto Rico, Rafael Vélez Domínguez, implicaría una inversión de aproximadamente mil millones de dólares y busca suministrar cerca de 700 megavatios a la isla, actualmente más de 900 empresas forman parte de esta asociación.
El analista Jorge Colberg destacó que, en el pasado, se discutió la posibilidad de vender energía a la República Dominicana, pero ahora la situación se ha revertido debido a la grave crisis energética que enfrenta Puerto Rico. La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) arrastra una deuda de 8,500 millones de dólares y una infraestructura deteriorada, lo que ha llevado a cortes de electricidad frecuentes y a una mayor dependencia de costosos combustibles fósiles.Actualmente, el 95% de la energía en Puerto Rico proviene de fuentes fósiles, lo que dificulta la transición hacia energías renovables y aumenta la vulnerabilidad del sistema ante fluctuaciones en los precios del petróleo. En este contexto, Rafael Vélez Domínguez ha asumido un papel clave en la promoción del proyecto, argumentando que podría representar una solución viable para mejorar la estabilidad energética y reducir costos. Desafíos y viabilidad del proyecto Para que el proyecto sea una realidad, se requiere la realización de estudios técnicos y ambientales, además de la aprobación del gobierno federal de Estados Unidos. Asimismo, el financiamiento es un reto clave, ya que implicaría una inversión millonaria en infraestructura y acuerdos bilaterales entre ambos países. A pesar de los obstáculos, la idea de interconectar los sistemas eléctricos de Puerto Rico y la República Dominicana podría traer beneficios a largo plazo, diversificando las fuentes de energía y reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles. Vélez Domínguez ha indicado que la colaboración con el sector privado y el gobierno será fundamental para hacer viable el proyecto y garantizar su sostenibilidad. Las autoridades y expertos en energía continúan evaluando esta alternativa, mientras la crisis energética en Puerto Rico sigue siendo un tema de preocupación para la población y los sectores productivos.