
La creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela ha abierto un nuevo escenario de riesgo en el Caribe: la interferencia de señales GPS. El uso intensificado de bloqueadores de posicionamiento satelital con fines militares defensivos ya está afectando de manera directa al tráfico aéreo y marítimo civil en una de las rutas más transitadas del hemisferio.
Buques de guerra estadounidenses y medidas de respuesta del Gobierno venezolano han provocado fallos de navegación, casi colisiones aéreas y pérdidas prolongadas de señal en embarcaciones comerciales, obligando a pilotos y capitanes a operar sin tecnología satelital. Expertos advierten que, aunque estas acciones buscan proteger infraestructuras estratégicas y activos militares, incrementan significativamente el riesgo de incidentes.
En Venezuela, el impacto es aún más severo: la denominada “guerra electrónica” ha llevado a la cancelación de la mayoría de los vuelos internacionales, complicando la movilidad de los ciudadanos y elevando la preocupación por la seguridad regional en el Caribe.
